Páginas

domingo, 27 de noviembre de 2016

La Locura Dormida

Hay personas que aveces permanecen en tu vida, en tu cotidianidad por largo tiempo, pero no significan realmente nada en ella. Son personas que no tienen en realidad nada que aportarte, pero con quien tu camino se ha cruzado...pero que tan pronto sus caminos se separen, empezarás a olvidar sus rostros, el sonido de su voz...hasta que un día recordando eventos que casualmente compartieron, te darás cuenta que ni siquiera eres capaz de recordar su nombre y te asombrarás de hecho de haber olvidado a alguien que permaneció tanto tiempo siendo parte de tu día a día.
Hay personas, por el contrario, que su pasada por nuestras vidas es muy breve, aveces tan solo unas horas compartidas, unas miradas cómplices, una buena conversación, bromas y risas, pero cuyo encuentro nos marca profundamente.
Es de este segundo tipo de personas de quien quiero hablar hoy. ¿Por qué? Por que hace poco tuve que decirle adiós a una persona que entró en mi vida fortuitamente y sin darme cuenta, se transformó en alguien a quien apreciaba profundamente y a quien a pesar de haber decidido apartarse, le deseo de corazón que la vida le sonría...porque personas con esa luz y ese candor, creo, las hay pocas en este mundo. Solo estuvo unos 3 meses rondando mis días, pero fue el tiempo suficiente como para recordarme cosas que creía dormidas en un lugar oscuro de mi. Hoy solo puedo darle las gracias por recordarme la persona que solía ser, por hacerme entender que se puede volver a empezar, no con un borrón y cuenta nueva, sino tomando las mejores partes de uno y construir con ellas una persona que es capaz de avanzar, de mejorar, sonreír, pararse y seguir...que está bien tener miedo, pero que este no tiene por que paralizarnos. Gracias por recordar la locura dormida...


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

No olvides comentar!
Me encanta leer sus comentarios y responderé lo más prontamente que pueda