Escribí esto hace unos días y la verdad es que llevo toda la semana discutiendo conmigo misma si publicar esto o no...pero ya ven, he decidido hacerlo, después de algunas revisiones y autocensura, pues hay cosas que solo le importan a los involucrados. En fin, les advierto que en las próximas lineas abriré mi kokoro machado. Conteneos los débiles de mente (?).

Ayer fue el Día de la Mujer, pero lejos de todo lo que oficialmente se conmemora ese día, para mí cobró un nuevo significado, ya que recuerdo perfectamente lo que ocurrió aquel día, pero del año pasado. Es increíble como han cambiado las cosas...y si, entraré un poco dentro de mi mundo personal en esta entrada, a pesar de que no me gusta hablar de esto aquí, de forma pública, pero hoy, necesito escribir.

Hace un año, yo llevaba menos de una semana instalada en esta, que era mi nueva casa, iniciando una nueva aventura, un nuevo capítulo, empezando a  tantear un poco en el mundo de los grandes: me mudé de casa de mis viejos al que ahora es mi refugio. Por aquel entonces, mis papás aun estaban aquí, ayudándonos con los últimos ajustes. En aquel entonces, ellos aun eran pareja.

Recuerdo haber despertado aquella mañana soleada, pero de viento fresco, nerviosa y ansiosa, porque esa tarde le vería. Sería la primera vez que nos juntaríamos solos y haríamos algo juntos. Le conocía hacía 2 años, pero siempre estuvimos distanciados físicamente. Esta era mi oportunidad de tenerte cerca, antes que tuviese que regresar al norte, porque sus vacaciones terminaban al día siguiente. Era sábado y el sol brillaba en lo alto y anunciaba que sería un buen día.

Ese día, fuimos los 5 (mi familia), a almorzar al mercado.  Luego quedé libre y caminé hasta la galería Fontana, en donde me esperabas. Me preguntaba si tendría olor a pescado frito y me mortificaba si es que así era...y esperaba que el perfume que me (él) había regalado en mi cumpleaños, el año anterior, sería lo suficientemente potente para cubrirlo, en caso de haber adquirido ese inconfundible olor; y si me vería lo suficientemente bonita,a pesar de mi aun evidente sobrepeso. Unas preocupaciones bastante banales diría yo.

Cuando llegué, mi corazón dio un brinco, sonreí nerviosa y el me sonrió...esa sonrisa que cada vez que la veo hace que el corazón me ande a mil por hora, antes de fundirse como un helado que quedó tirado a pleno sol. 

La tarde pasó volando hablando de mil y un idioteces. Una señora, mientras caminábamos por el centro, le molestó diciéndole que me comprase un chocolate (por ser 8 de marzo), el se rió y dijo que no solo le habían tirado un palo, sino que le habían tirado el tronco entero...luego bromeamos sobre cómo el chocolate era un pésimo regalo para la persona que quieres "toma amor, para que engordes y te salgan espinillas". Si, así somos nosotros...

Luego (y con eso me refiero a muuuucho rato después) me fue a dejar al colectivo. Le di un abrazo rápido, intentando que mis brazos no me delatasen, antes que lo apretasen más fuerte, para no dejarlo ir...pues no le vería durante meses! Sentí el corazón haciéndose chiquito al pensar eso...yo le quería a mi lado...pero estaba consiente de que no podía ser. Ademas, lo que yo sentía, era un secreto...MI secreto.

Ha pasado un año. Y esa felicidad que me daba ese nuevo inicio desapareció: las cosas ya no parecen estar en su lugar, más bien siento que estoy en el ojo de la tormenta. Enfrentar la nueva realidad de mis viejos, que mi familia se haya roto, o que haya dejado de pretender estar unida, fue un golpe, pero como era algo que llevaba años esperándolo, no fue tanto el shock...pero que, justo una semana antes de aquel día, en el que (el lo dijo), el hielo se rompió y me vio por primera vez con otros ojos, me haya (como decimos acá) "pateado" (cortado/terminado), hace que recordar ese día que se grabó en mi memoria, sea doloroso en extremo. 

Ya fue una semana. He llorado cada día, cada vez que nadie me mira, como si tuviese 15. Sinceramente, nunca había querido a alguien así. Supongo que esto es a lo que llaman enamorarse (y al escribir esto, es la primera vez que lo digo, porque ni en pensamientos dije estar enamorada de el...pero supongo que lo estoy). Creo que este es mi primera vez con un corazón roto...y no se lidiar con esto. Ser el adulto responsable apesta. En estos momentos, sinceramente, solo quiero ser la irresponsable veinteañera que solía ser. 

Siento que perdí todo, aunque me diga que no. Perdí a la persona que quiero, a mi mejor amigo, a mi confidente, a mi compañía diaria, a mi cable a tierra.  Perdí mis sueños (una vez más), una lista de planes y cosas por hacer. Perdí idas al cine, a carretes, perdí mi compañero de sushi y mi excusa para hacer pie de limón...tenía tantas cosas puestas, erróneamente, puestas en el...incluso aunque fuésemos solo amigos...pero la línea de la amistad se rompió y el silencio e indiferencia marcaron el no retorno a lo que eramos antes de que (él) regresara a vivir acá.

Que irónico que fuésemos tan cercanos mientras estábamos lejos, pero ahora que al fin estamos bajo el mismo cielo, respirando el mismo aire, haya puesto un muro entre ambos...pero creo, que así de idiota como fui en enamorarme de alguien que estaba lejos y que, según siempre creí, nunca me miraría con otros ojos; seguiré aquí, en soledad nuevamente, queriéndole como siempre, esperándole y tendiendo mi mano si es que la necesita...porque mi amor es así: idiota, que no espera nada, pero da todo de mi. Me esconderé bajo la máscara que me ha impuesto, sonreiré mientras estemos con nuestros amigos, bromearé con el como si no hubiese pasado nada (o por lo menos lo intentaré), me reiré de sus bromas tontas. Seguiré con esta gran mentira de "solo amigos", como me lo pidió...y sé que esto tal vez me lastime, pero no creo que sea mucho más terrible que esta distancia que ha puesto entre nosotros...

Y qué pasó este 8 de marzo? Pues bien. Tenía planes: ir a celebrar el cumpleaños de una de las chicas de MC, y de eso es que se iba a tratar esta entrada, pero mi hijo cambió los planeas el sábado por la noche al pisarme un dedo, lo que significó que luego de desayunar, me dirigiese este nubladísimo día domingo, directo a urgencias a verme el dichoso dedo. Resultado: la pequeña Wish se fracturó una esquina de la segunda falange de su dedo meñique derecho, además del ligamento...por lo cual, ademas de chueco, tengo la punta del dedo colgando. Hermoso. Obviamente, NADA de lo que había planeado resultó. Más encima, me daba por llorar a ratos en el box, sola, pensando una pila de idioteces y recordando lo que debí haber estado haciendo a esas horas, pero de hace un año. Solo puedo agregar: la bida bale berga.
Moraleja de esto? Disfruta cada buen momento, porque nunca sabes cuándo terminara y que tan jodid@ quedarás una vez que llegue a su fin...porque todas las cosas que nos pasan tienen su fecha de espiración...aunque nos guste algo, no se quedará así por siempre ni hasta que nos aburramos. Solo se termina y ya.