Hace ya unos cuantos días, todo Chile se enteró de la dolorosa quiebra de la bien conocida empresa Salo, la cual durante medio siglo entretuvo a grandes y chicos con sus miles de productos.
Y es que ya somos muchas generaciones las que nos criamos juntando las laminas de los álbumes de Salo, intercambiando cartas o yendo, como si de vida o muerte se tratara, al local distribuidor mas cercano a ver que cosas nuevas habían llegado.
Con mucha nostalgia, muchos, al igual que yo, han hecho su homenaje a la empresa que en 1962 fue creada por Salomón Melnick, y que, casi 50 años mas tarde, poco después del periodo de máximo esplendor del gigante de diseño grafico criollo, vio “la luz” a principios de un extraño mes de enero.
No puedo creer que hace dos semanas pase por al lado del puestito del mall, en el que solía apoyarme en los escaparates, observando las nuevas generaciones y ediciones de las ya famosas Mitos y Leyendas, juego de cartas tipo rol, que, cuando yo era una peque de trece años, por allá en el 2004, estaban en pleno apogeo…pero esas cosas ya son solo recuerdos.
Ahora mis queridos ñoños, guardemos como mayor tesoro (mas que nunca), nuestras hermosas cartas, que algún día serán de colección, se los doy firmado! Pero por ahora, solo podemos lamentarnos esta perdida, que, a pesar de todo, hace tiempo que se veía venir.
Pero nuestras queridas Mitos y Leyendas comenzaron a morir, cuando crearon aquellas que llevaban héroes de la historia nacional. Pero el punto critico, a mi punto de vista, saltó cuando salieron las reediciones de las cartas originales, las cuales poseían mayor poder que antes…así que perdió la gracia el comprar nuevas cartas y los leales jugadores se mantuvieron con sus viejos mazos y cartas.
Los álbumes, por lo menos para mi, cada vez eran menos atrayentes…creo que el animé de los ‘90 fue de gran ayuda para la empresa, ya que todos entre el ‘95 y poco después del 2000 nos apelotonábamos en los quiscos que tuviesen las malditas laminas para completar los álbumes, que entre otros, llevaban, en coloridas letras, como las que veíamos en la Tv, como titulo: Sailor Moon, Dragon Ball, Dragon Ball Z, Pockemon, Digimon, Sakura Card Captor, Sakura Card Captor 2, Inuyasha, Samurai X, entre otros.
Esto, por lo menos a mi punto de vista, fue lo que, poco a poco, llevó a Salo S.A a la quiebra, quedando en el recuerdo de sus leales clientes, aquellas tardes de ocio jugando con los amigos, apostando laminas, o intercambiándolas…y es que Salo marco mi generación y la de muchos otros antes y de algunos que vinieron después.
Ahora solo nos queda guardas nuestras pertenencias, como mayor tesoro…jugadores de Mitos, sus cartas ahora son mas valiosas que nunca, porque no podrán volver a comprarla, sin dar un ojo a cambio, claro está.
Y aquellas cosas que salieron en algún momento, pero que quedaron en el olvido, serán el recordatorio para los no tan viejo ni no tan chicos, de que en nuestra infancia, hubo algo además de una pantalla enfrente para entretenernos, porque los jueguitos estúpidos por los que nos retaron tanto en el colegio, con los que sufrimos tanto cuando nos confiscaron algo, no quedaran como un susurro en un rincón olvidado de la historia comercial de nuestro país.
Aquí dejo algo de mi colección (izquierda) y la de mi hermano (derecha):
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